Teniendo en cuenta
la fehaciente presencia fenicia en Alhaurín el
Grande y en la desembocadura del Guadalhorce, lugares
muy cercanos a Alhaurín de la Torre, es más
que probable el origen fenicio de esta localidad, por
la que también pasarían los turdetanos,
que, al igual que los fenicios, explotarían las
minas de plata y plomo que existían Alhaurín
el Grande.
En la época romana recibió el nombre de
Lauro Vetus, y debió de ser un punto de cierta
importancia puesto se cita en más de una crónica
de aquellos tiempos. Algunos historiadores estiman que
fue en esta localidad donde, tras la batalla de Munda,
los seguidores de Julio César dieron muerte a
Cneo Pompeyo.
Más tarde fueron los árabes quienes se
asentaron en esta zona y la denominaron Alhaurein o
Albarracín, y tras ser conquistada por las tropas
cristianas en 1485 pasó a llamarse definitivamente
Alhaurín, nombre al que se añadió
‘de la Torre’ por mera diferenciación
de Alhaurín el Grande.
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