"Romescos", "asmarris", "alls cremats", "xatons", "bulls", "suquets", "arrossos"... configuran otra tradición mágica que debe ser probada, sin olvidar los componentes más conocidos de la dieta mediterránea. La climatología favorece la vida nocturna local: las terrazas son la obligada antesala de los locales cerrados de música y de baile. De día las posibilidades también son diversas: empezando por la playa -alargada, amplia y de arena fina-, las actividades deportivas, náuticas y de cualquier tipo, las visitas culturales, las zonas comerciales y las rutas del entorno... ofrece todo un abanico de posibilidades donde todo el mundo puede encontrar su particular magia del mediterráneo, de su gente y de su historia.
Si venís lo comprobaréis. Torredembarra, un mar de magia. |