Riqueza cultural
La calidad de las aguas y las agradables temperaturas
de las que disfruta todo el año esta región
catalana atrae cada año a numerosos visitantes.
La variedad de alojamiento es otro de sus atractivos,
así como la gran cantidad de propuestas de ocio.
Una de ellas es recorrer su casco histórico,
donde espera el trazado de una antigua villa marinera.
El paseo del Mar congrega a viviendas decimonónicas
y modernistas, mientras que en otros puntos esperan
la iglesia de Sant Romà, la ermita de Santa Cristina
y el monumento a la Mujer Marinera de Ernest Maragall.
Sant Romá data de 1522 y ostenta en su estructura
elementos románicos y góticos. Por su
parte, Santa Cristina se alza sobre la playa mostrando
el carácter de las construcciones de transición
entre el barroco y el neoclásico.
El modernismo posee en el municipio de Lloret de Mar
otros bellos ejemplos como las obras de Puig i Cadafalch.
La ermita de la Verge de Gràcia, el crucero que
conduce a Sant Pere del Bosc y el panteón de
la familia Costa Macià en el cementerio de Lloret
nos acercan a las primeras muestras modernistas de este
arquitecto catalán.
A la salida de la población, donde comienzan
urbanizaciones turísticas a la orilla de la playa
como Cala Morisca, Platja de Fenals o Santa Cristina,
se alza una torre sepulcral romana que data de la época
imperial.
Cocina regional
La situación de Lloret de Mar entre el mar y
la montaña hace que su gastronomía combine
materias primas de ámbitos tan distintos. Pescados
y mariscos suman su sabor a productos de la huerta y
caza. Habas, guisantes, ensalada de bacalao (exqueisada)
o asado de berenjenas, cebollas y pimientos (escalivada)
son algunas sugerencias como entradas. El pollo o conejo
con marisco, lubinas, doradas o gambas componen interesantes
segundos. Los embutidos con pà amb tomàquet
(pan y tomate) completarán cualquier menú.
Entre los postres cabe destacar frutas de temporada
como las fresas, melocotones, naranjas o sandías.
Y para realzar el sabor de tan deliciosas viandas, nada
mejor que los vinos de la Denominación de Origen
Ampurdán-Costa Brava.
Esta exquisita cocina regional se puede degustar tanto
en Lloret de Mar como en distintas poblaciones del entorno,
como Tossa de Mar. Aquí podemos observar el armonioso
conjunto del recinto amurallado al borde del mar y la
Vila Nova, el área de construcción más
moderna. Blanes, por su parte, es otro importante centro
turístico costero que suma a su oferta playera
un precioso casco histórico. El castillo de Sant
Joan, el palacio gótico de los Condes de Cabrera
o la fuente del Carrer Ample son algunos de sus monumentos
principales.
También en el Mediterráneo se encuentra
San Feliu de Guíxols. Excelentes playas, puerto
deportivo y un casco urbano repleto de entretenimientos
conviven con la ermita de Sant Grau, la iglesia de Porta
Ferrata y miradores naturales como Cap de Mort. Y para
culminar cualquier recorrido: Girona, la capital de
la provincia. La catedral, el barrio judío, los
baños árabes y el Museo Arqueológico
son las citas ineludibles, además de las murallas
y las iglesias de Sant Nicolau y Sant Feliu.
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